jueves, 13 de marzo de 2014

El príncipe multicolor.

Muchas mujeres dedican o dedicamos, parte de nuestra vida a buscar el ansiado "príncipe azul", y sobre todo, a soñar con él. ¿Quién no ha soñado de pequeñita, y de no tan pequeñita, como sería su príncipe azul? El color de sus ojos, su sonrisa, su forma de ser... y vamos buscando esos rasgos en cada persona.
Yo hablaré desde mi experiencia personal, y de como encontré ese príncipe.
Pasa la adolescencia, y pasan los años, y te ves una noche, sentada en la cama, a altas horas de la madrugada, pensando en porqué tu última relación ha ido mal. No era el típico moreno con ojos verdes de tus sueños, ni tampoco era demasiado divertido, pero tampoco estaba mal. Y te paras a pensar, en que nunca lo encontrarás, en que solo encontrarás más desengaños, y empiezas a dudar de si el amor es tan bonito como lo pintan las parejas enamoradas. Y esa noche, entre chocolate y pañuelos, decides dejar de buscar.
Y entonces es cuando una amiga te dice esas frases de animo que necesitas oír, pero que no te crees del todo. Y un día una de esas frases fue "El amor se encuentra cuando menos te lo esperas". Y en ese momento piensas que es imposible.
Siempre he sido de las que creen en el destino, y que las cosas siempre pasan por algo, pero lo que no sabía, es, que cuando menos lo esperas, todo puede dar un giro de 360 grados.
Una noche, de esas que no te apetece salir, llegas, te pones el pijama y te sientas delante del ordenador. De repente suena el móvil, y es una de esas amigas que son amigas, pero con las que nunca te ha dado por salir un fin de semana, son esas típicas amigas de las redes sociales, con las que te puedes pasar horas hablando a través del ordenador, pero con la que rara vez te has tomado un café. Y no sabes cómo, pero te acaba convenciendo para salir, y no sabes cuanto se lo agradecerás en el futuro.
Te peinas un poco, un poco de rimmel, vaqueros, blusa negra y tacones. No da tiempo a mucho más. Y al cabo de una hora, te ves, rodeada de amigos suyos y no tan amigos, y un poco fuera de lugar. Pero hay un chico, de todos, que parece interesante, simpático, guapo, y que encima te mira. Hablas un poco con él, pero al rato descubres que la de al lado, y la que menos pensabas, es su novia. Genial. Y al rato se te acerca otro de ellos, borracho, e inventando poemas sobre lo bonito de mis ojos. Así que después de quitartelo de encima, vuelves a tu silla, y deseas volver a estar en tu casa con tu pijama en el menor tiempo posible. Una noche peculiar, pero sin saberlo, la noche que dio ese giro a mi vida.
Y sigue pasando el tiempo, y otro desengaño más, y eso que habías dicho que no tropezarías más con la misma piedra, pero las mujeres somos así.
Y de repente, una tarde, en el lugar preciso, a la hora concreta, el destino decide hacer de las suyas. Y ahí esta él, el chico de aquella extraña noche, el interesante, simpático, guapo...y soltero. Y ahí estás tú, saliendo de tu casa nerviosa sin saber porqué, subiendote a ese coche que ahora está tan lleno de recuerdos, sentándote con él en ese banco que nunca se equivocará, y besando esos labios que hoy aún te hacen temblar como ese día.
Y entonces toda tu teoría sobre el príncipe azul se desmorona, porque su pelo no es moreno es castaño oscuro, no tiene los ojos verdes, los tiene del precioso color de la avellana, y todo cobra sentido. No es como habías imaginado, es mucho mejor, e inimaginable, porque nunca se podría imaginar algo así.
Y ves como esa frase de tu amiga tenía razón, y cuando menos lo esperas, aparece en tu vida esa persona que te cambia completamente, esa persona que cura tus heridas y lucha cada dia por que tengas una sonrisa en la cara, esa persona que te entiende y te comprende cuando nadie más lo hace. Encuentras a tu príncipe multicolor, porque te enseña todos los colores del mundo, a apreciar cada detalle de la vida y te hace mejor persona.

Nunca sabes cuándo ni cómo llegará, pero no dudes de que el destino te tiene preparado un príncipe, y que tarde o temprano, cuando menos lo esperes, llegará.

Mi príncipe multicolor, sé que estás leyendo estas líneas. Gracias por cambiar mi mundo hace ya casi cuatro años. Te quiero.



miércoles, 12 de marzo de 2014

Comenzamos.

No se si alguien llegará a leer estas humildes palabras, ni sé si alguien crerá que pueda merecer la pena dedicar unos minutos de su tiempo a este blog, pero al menos me servirá para plasmar en algún lugar todos mis pensamientos, inquietudes, sueños e incluso algunos consejos, y me dará la oportunidad desahogarme de vez en cuando.
También me servirá para poder sacar de dentro esas cosas que a veces te gustaría decir a alguien y que no puedes, o bien por respeto o por educación, o bien por vergüenza, o simplemente porque no encuentras la fuerza suficiente.
Me gustaría dejar algo de mi, poco, pero algo. Espero que este pequeño proyecto me ayude a evadirme del mundo por unos minutos cada día y que me ayude a entenderme a mi misma, ya que a veces resulta complicado.