sábado, 26 de abril de 2014

Una y no más.

Muchas veces nos empeñamos en hacer las cosas bien, o demasiado bien, con gente que quizás no se lo merece. Teniéndolos en cuenta siempre, preocupándote, intentando tener una buena relación...para que luego te respondan con desplantes, malas formas y sin sentidos. Cuando tú siempre intentas hacer lo mejor y a veces hacer cosas que no te apetecen tanto, solo por estar bien.
Y siempre, para variar, la mala es la que hace las cosas bien, porque tan acostumbrados están a que estés siempre ahí, que cuando te cansas de estar, la mala siempre serás tú, y la que se sentirá mal, siempre seras tú.
Y es que si tienes una relación por obligación, y una de las partes no se esfuerza en hacerlo menos obligación, no hay nada que hacer.

Así que, una y no más, que no se diga que yo no lo intenté.



sábado, 19 de abril de 2014

El dolor de las palabras.

A veces podemos no hacer lo correcto, equivocarnos, y tropezar dos veces con la misma piedra. Pero no llegamos a imaginar el daño que pueden hacer las palabras en determinados momentos. Esos momentos en los que sientes que no puedes más, y de repente oyes o lees alguna frase, esa frase final que acaba por hacerte daño. Y entonces no sabes que hacer, que pensar, solo quieres llorar, y llorar, y te sientes pequeñita e incluso insignificante. Intentas seguir, intentando olvidar, pero es imposible, porque todo aquello que se hace sin pensar nada más que en tu interés tiene sus consecuencias. Sentir que no importas, que eres lo último, y que tu opinión no importa. Rogar, y ver como todo cambia, y las prioridades que tu tienes, no son mutuas. Querer pasar el tiempo con alguien que te importa, tiempo que precisamente no te sobra, y ver como no te corresponden.

Caer, romperte...y sentir que cada vez está más cerca el final, porque todo aquello que nunca imaginaste que pasaría, acaba por pasar.


jueves, 10 de abril de 2014

Time flies.

Un día cualquiera, mirando por la ventana, esa ventana, ves los árboles empezando a enseñar las primeras hojas de esta primavera, de fondo una canción, de las de antes, de un grupo, de los de antes, y te pones a pensar...y te das cuenta de que lo que antes tenía una gran importancia, ahora pasa sin más, de que los problemas son menos problemas, y de que hoy día hay cosas más importantes y que te preocupan más que antes. Te ves haciendo cosas que pensabas que nunca harías, y cosas que antes ocupaban parte de tu tiempo, ahora se vuelven banales.
El tiempo pasa más deprisa, mucho más, y ves pasar los meses que antes se hacían eternos, con una rapidez que a veces asusta. Ves como cambian las prioridades en tu vida, y como esos problemas que en tu adolescencia te hacían llorar, resultan absurdos al lado de los motivos por los que puedes llegar a llorar ahora.
Pero también piensas en el pasado, cuando cualquier mínimo problema se convertía en un mundo, cuando la amistad era más intensa, esos momentos en los que estudiar e ir a clase ocupaba parte de tu tiempo, y en los que soñabas con ser mayor. Momentos en los que nunca pensaste, que al ser mayor, pensarías en ese pasado, y te encantaría volver, al menos por un momento, a hacer las cosas de manera diferente, y a disfrutar de esos momentos únicos, en que el mayor problema era ver que llevar a clase, solucionar alguna peleilla con alguna de tus amigas, o quejarte porque tus padres te dejaban quedarte menos por la noche que a tus amigos.
Nadie dijo que crecer fuese fácil.

Madurar, cambiar...y ver que el tiempo vuela.