Muchas veces nos empeñamos en hacer las cosas bien, o demasiado bien, con gente que quizás no se lo merece. Teniéndolos en cuenta siempre, preocupándote, intentando tener una buena relación...para que luego te respondan con desplantes, malas formas y sin sentidos. Cuando tú siempre intentas hacer lo mejor y a veces hacer cosas que no te apetecen tanto, solo por estar bien.
Y siempre, para variar, la mala es la que hace las cosas bien, porque tan acostumbrados están a que estés siempre ahí, que cuando te cansas de estar, la mala siempre serás tú, y la que se sentirá mal, siempre seras tú.
Y es que si tienes una relación por obligación, y una de las partes no se esfuerza en hacerlo menos obligación, no hay nada que hacer.
Así que, una y no más, que no se diga que yo no lo intenté.
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